 |
| Foto : Paco Ferrís |
Faltó toro,
y si él falta todo aparenta tener menor valor. Hubo, eso sí, disposición de los
toreros, lo que afortunadamente suplió las carencias bravas. La Feria de Julio
de Valencia no atraviesa sus mejores momentos. Es difícil que la plaza registre
una entrada tan amplia como la que consiguió concitar el mano a mano entre El Juli y Manzanares. Por eso
en días te tanta expectación es cuando hay que cuidar con mayor esmero los
detalles.
La
presentación de los toros es uno de ellos. Con poco más, muy poquito más, todo
hubiese adquirido mayor importancia y nadie hubiera salido defraudado. Se pitó
la presentación de un par de ejemplares y se lamentó el juego de la mayoría.
Demasiados mansearon descaradamente, y el resto se apagó muy pronto. El
espectáculo de los toros es impredecible, pero no, la decepción nunca fue
bienvenida, y menos en estos delicados momentos.
Para acceder a la crónica del festejo, pulse aquí
Para acceder a las imagenes del festejo, pulse aquí
